PENSAMIENTOS
“¡Ojalá ¡ que experimentaran todas las almas la gran bondad y misericordia de mi amado Dios”


“Bendita sea la infinita sabiduría que gobierna las almas y atiende a su flaqueza”
“¡Ojalá! lo pudiera amar muchísimo y pudiera hacer que todas las criaturas lo amaran”

“Bendita sea tan gran misericordia y amor con que nos busca, nos llama, nos recibe y procura por todo los medios de altísima sabiduría atraernos a sí, como si nos necesitara para algo”

“Quita de mí todo lo que no te agrade, haz de mí lo que quieras, haz que te ame con todas mi alma, corazón y fuerzas”
“¿Cuándo te amaré, Esposo mío, sin intermisión? ¿Cuándo llegará el día feliz que te vea para eternamente amarte? Amado mío, querido mío, Señor mío, Dios mío y todas las cosas”
“Tú sabes , bien mío, lo poco que te amo y lo mucho que deseo amarte”


“Si su pasión no fuera sobreabundante para redimir muchos mundos que hubiera, volvería a padecer por una sola alma, tanto es el amor de nuestro Dios”
“¡Oh amor! tan poco conocido y tan mal correspondido”
“Acudamos todas al Señor, que con mucho amor nos está ofreciendo su gracia y su perdón”
“¿Qué diré, amado Dios y Señor mío, cuando veo que no nos castigas , como merecemos, si no que nos buscas llamándonos y esperándonos?”

“Almas, ¿porqué buscáis fuera de Dios que es todas las cosas? En Dios hallamos todo, y fuera de Dios, no hay más que perdición”
“¡Oh Dios mío! ¿Cómo no se deshacen todos los corazones de los hombres, al ver la bondad de este Dios?”
“¡Oh! si pudiera yo hacer que todas las criaturas te amaran y sirvieran con toda su alma y con todo el corazón”
“Señor mío, Dios mío, Esposo mío, solo alegra mi alma que seáis mi Dios. Sois para mí, todas las cosas”
“Nada apetezco más que a ti, tú solo me bastas; tú eres mi vida, y sin ti muero”
“Señor mío, haz que todas las criaturas te conozcan, haz que todas las criaturas te amen”

“Ojalá, no hubiera tenido un instante de mi vida que no hubiera estado ocupada en vuestro amor. ¡Oh amor inmenso que tanto nos ama, y nos obliga a amarlo!”
“Bendito sea este Dios que está en todas partes, y que todo lo llena”
“¡Ojalá que ame a mi Dios hasta quedar toda aniquilada en mi mismo Dios!”

“No hay verdadero consuelo, ni gozo, ni gusto, ni alegría, sino en Dios!”
“¿Qué corazón puede conocer este amor vuestro, y no se deshaga amando a un Dios tan bueno y amante de las almas? ¡Oh bondad infinita de mi Dios!”

“Dios no necesita de voces para oír, porque ve lo más secreto de nuestros corazones”
“Bendito sea este Dios que está en todas partes, y que todo lo llena”
“Éste solo es el que llena el alma, y en este Dios está todo, pues es riquísimo y liberalísimo”
“Mi Dios es más hermoso que todas las hermosuras, es bueno, amoroso y santo, es todas las cosas por esencia”
“Para todos os pido: que conozcan sus yerros con verdadero dolor y gracia eficaz para enmendarme, y de este modo, seáis amado, alabado y servido por todas las criaturas”


“¡Oh Dios infinitamente bueno e infinitamente misericordioso! Usad misericordia con las almas que habéis creado”
“Dios luz verdadera, alumbrad las almas para que os conozcan”
“Amemos a Dios, amemos a Dios, porque es bueno y porque es grande su misericordia”

“Aunque Dios está en todas partes, su humanidad santísima está en el cielo y en este sacramento, por lo que estando con mi Señor Sacramentado, ya estamos gozando toda la principal del cielo, el alma se olvida de todas las cosas terrenas, y goza de gran consuelo, por eso digo que es el cielo en la tierra”

“¡Ojalá ¡…acabara mi vida con la fuerza del amor y agradecimiento a este Dios bueno, de infinito amor y misericordia”
“Acaba mi amado; acaba de herirme, porque yo me muero por ti”
“¡Oh muerte, cómo tardas! Amado mío corta los lazos que me atan, y llévame a ti”

“Si vos estáis conmigo, no temo padecer sin consuelos; lo que temo Señor mío, es que enojado con mis pecados me dejéis”
“¿Qué haré si tú me dejas , Dios mío amabilísimo? ¿Qué haré sin ti, Señor mío? ¿A quién me arrimaré, Esposo mío, si tú me dejas justamente y te retiras de mí, Señor mío, por ser yo tan ingrata? Apiádate de mí, Señor, perdóname y no te apartes de mí, porque yo muero por ti”
“Si buscáis Señor, pecadores, aquí me tenéis, que salgo a vuestro encuentro, os busco y no os hallo ¿Dónde estáis Señor?”

““¡Ay Señor, Dios mío! ¡Qué pocos son lo que de veras te aman! ¡Cuán poco te he amado yo, Señor mío! Pero recibe, Dios mío, mis deseos, pues tú sabes que deseo amarte con todas las fuerzas de mi alma”

“Bendita sea mi amabilísima Madre y Señora, que tanto favorece mi alma, y bendito mi Dios, que me la ha dado por madre”
Monasterio de Jesús María del Socorro , C/ Nueva 39, 29300 Archidona (Málaga) / Tel. 952714184
Copyright © 2016 Monjas Mínimas
